Para mejorar la educación, presupuesto genuino y salario.
Estamos
ante otra Rendición de Cuentas del presupuesto ejecutado en 2011 y
según el proyecto presentando por Anep en el Senado, en abril de 2012,
no se prevén mejoras para la educación. Si este documento reivindica los
acuerdo multipartidarios alcanzados entre el gobierno y la oposición,
con respecto a la instrumentación de la reformas en la gestión. A saber:
profesor cargo, autonomía de los centros educativos, promejora, etc.
Las reformas van en el sentido de flexibilizar aún más las condiciones
de trabajo y de contratación de docentes, condicionar partidas
presupuestales a resultados de gestión, más concesión de obra pública a
través de la participación público-privada (Ley PPP).
Hoy el
presupuesto de Anep y Udelar, ronda el 4% del PIB, incluido el Hospital
de Clínicas, Plan Ceibal, etc. Si bien los montos de dinero han
aumentado en los últimos años, estos han ido a parar a tercerizaciones,
concesiones a privados, contratación de tecnócratas y asesores, pero no a
los estudiantes y docentes.
La única forma de mejorar
verdaderamente la educación, sin profundizar las diferencias entre ricos
y pobres, es contando con un presupuesto que se corresponda con los
requerimientos materiales de edificios en buenas condiciones, con
materiales, baños dignos, salones apropiados y reducida cantidad de
estudiantes por grupo; conjuntamente con creación de cargos de docentes,
funcionarios administrativos y de servicio, tanto para limpieza como
para mantenimiento y porteros. Todo esto, acompañado de una mejora
sustancial del salario que permita desarrollar la tarea con la
dedicación que exige. Hoy, el salario docente, para la unidad de 20 hs,
es de 11 mil pesos, lo que obliga a tomar por lo menos dos unidades para
cubrir las necesidades mínimas, ya que la canasta familiar está por
encima de los 40 mil pesos. Si a esto le sumamos que casi el 70% de los
docentes no es efectivo en su cargo, sino que año a año enfrenta la
incertidumbre de no saber cuánto va a cobrar, tenemos una ecuación
absolutamente desfavorable para garantizar un buen aprendizaje.
Para
detener el proceso de deterioro de la educación que este presupuesto
consagra, debemos organizarnos para imponer las prioridades de los
trabajadores frente a los intereses de las patronales, expresados en los
documentos de los organismos de crédito internacional que financian
estas reformas.
La crisis de la educación es producto de la
descomposición social que genera el capital en su intento de mantener la
tasa de ganancia, arrojando a cientos de miles a la pobreza y la
barbarie.
Nuestra responsabilidad está en enfrentarlo y en ponerle freno.
Defender la educación pasa por defender nuestros derechos como trabajadores:
* Salario de media canasta familiar
* Estabilidad laboral. Concursos. Pago de salario en fecha.
* Grupos reducidos para que puedan aprender.
* Edificios en buen estado, seguros y confortables.
Organización y lucha, ese es el camino que debemos tomar.
Te
convocamos a informarte, a discutir en las escuelas, en asambleas, en
plenarios y sumarte a esta tarea para abrir una salida.
Compañeros:
para informarse, pueden acceder al proyecto de Anep y su articulado
para la RdeC 2011 y también 2010, a la Ley de presupuesto del quinquenio
2010-2014, a los acuerdos de la multipartidaria y a la ley de PPP, a
través del blog reconstruccionsindical.blogspot.com o solicitarlo a los
compañeros.
ESCUELA BARROS BLANCOS:
Una vergüenza para las autoridades, un aplauso para los compañeros
Basta
llegar hasta allí para comprobar cuales son las prioridades educativas y
presupuestales de las autoridades de la educación que llaman a esas
construcciones improvisadas y precarias, escuelas. Los compañeros
trabajan en pequeños salones y contenedores, sin cerco perimetral ni
alumbrado exterior, sin baños apropiados, sin sala de profesores, pero
con gran dedicación y esfuerzo, compartiendo todas las tareas en un
reducido espacio, esperando la construcción de la escuela. Y no solo
esperan, sino que han saldo a recorrer la zona para conseguir posibles
terrenos, mientras las autoridades ni siquiera han contestado qué pasó
con los fondos que supuestamente se habían destinado para realizar
mejoras, no han ido a ver los terrenos ni buscado otras soluciones.
Desde
sus confortables oficinas deciden los destinos de la educación mientras
muchos compañeros trabajadores enfrentan la tarea cotidiana de enseñar,
arriesgando su integridad física y su salud, en medio del barro, del
frío, del calor o la lluvia.
¡Decimos basta al abandono! ¡Presupuesto para la educación!
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